jueves, 20 de noviembre de 2014

Contando las horas

   Se va acercando el momento. Se ha convertido en costumbre habitual preguntar si estamos nerviosos. ¿Por qué cuando uno está a punto de casarse todo mundo le pregunta si está nervioso? ¿No sabré casarme bien? ¿A lo mejor no acierto todas las preguntas que me hagan? "De verdad de verdad que esta vez me lo he preparado".

   Vale, ya he dicho cuatro chorradas. Cuando en realidad clsro que estoy nervioso. Quienes me preguntan lo saben tan bien como yo. Aunque no estoy tan nervioso por la boda en sí. Es más lo que viene después. Quiero ser un buen marido. Quiero hacer feliz a mi esposa. Nada me importa más.

   Por supuesto que la vida es complicada. Tendremos que buscar la manera de tener una estabilidad. Afortunadamente, está todo pensado: ¡voy a dejar la informática para dedicarme profesionalmente al baile latino! ¿Verdad, cielo? No, en serio, últimamente tenemos muchas risas tontas con mi forma de bailar. Creo que ya mencioné otro día que me parezco al primo de Will Smith.

   Por desgracia, mis padres finalmente no podrán estar aquí. Los problemas personales no se han agravado, pero se están alargando más de lo esperado. Al menos, vamos a tener la buena compañía de mi hermano mayor con su mujer, que acaban de llegar. Venían derechos de visitar un campo de exterminio nazi. Je, es como si hubieran dicho "¿Qué podemos ver para que después visitar a estos nos parezca chido?". :-p es broma, sé que tienen buena idea, y es de agradecer que se hayan desplazado hasta aquí.

   Los hemos acompañado al apartamento que han alquilado en Alpendorf. Y ¡qué huevos, que su apartamento de alquiler es mejor que nuestra casa! Tiene poca sala de estar, eso sí. Pero lo compensa con dos dormitorios enormes, y la verdad, teniendo televisión en ellas, casi que se agradece más. ¡Y el baño es tan grande como nuestro dormitorio! ¿Para qué quiere nadie tanto baño? Se van a perder. Je, pero están más lejos y los televisores no son panorámicos (ya, ya, modo envidia off).

   Luego hemos ido a dar un paseo por el pueblo, hemos visto la iglesia, y luego hemos ido a comer hamburguesas a un sitio que habíamos ido pero nunca visitado. Valiente como un mosquetero, con el porte de un caballero andante, he pedido mi chiliburger muy picante.

   ¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhh!!!

   No, qué va, si tampoco picaba mucho. Vale, los labios se me pusieron rojos, la cabeza se me puso morada, y en general tenía ganas de meterme una granada en la boca para no volver a sentir nada en la lengua, pero de verdad que no era para tanto. Ahora sé cómo se sentía el niño ese de "Las Crónicas de Narnia" que se convertía en dragón.

   Me pasa por valiente. Pero, la salsa aparte, la carne era de lo mejorcito que he probado. Quizá ya estaba muy acostumbrado al McDonald's; a veces se agradece una hamburguesa con carne de verdad, ¿que no? Con carne que sepa a carne por lo menos.

   Supongo que la próxima vez que escriba en este blog estaré casado. Para siempre. Seremos Herr und Frau Schuhe. Seremos uno solo.

   Hoy me ha dado por recordar cuando la llamaba por Skype a su oficina. ¿Tanto tiempo ha pasado? ¿Nos imaginábamos entonces que llegaríamos hasta aquí, que de verdad estaríamos haciendo esto ahora? Como le dije ahora, yo lo supe desde el momento que estuvimos juntos, desde el momento que la besé.

   Que ella es mi mujer, yo soy su hombre, y quiero que ella sea la persona con la que compartir cada cosa de mi vida. Te amo, Chaparrita.

« Fue cuando supe que tú eres la mujer con la que quiero bailar todos los bailes. »
- "Friends"

No hay comentarios:

Publicar un comentario