lunes, 9 de junio de 2014

Ya llegó el verano, ya llegó la fruta

   Pues sí, si hace unos días me quejaba de no ver nunca el sol, ahora me toca quejarme del calor infernal que hace a mediodía. Y es que, todo el que me conoce, sabe que soy un poquito quejica, jeje.

   Por ejemplo, anoche salimos a tomarnos unas cervezas, y la verdad es que por la noche ya se nota calor. Al menos para mi gusto. No corría nada de aire. He salido un par de días a mediodía a hacer recados, y es horrible la temperatura a esa hora. Bueno, en realidad no es tan malo, si a uno le apetece sudar y eliminar la grasa de la piel, los puntos negros de la nariz, etc. Pero yo no me quedaría parado mucho tiempo en el mismo sitio. Hoy he comido en McDonald's, y me he dado cuenta que tal vez meterle calorías al cuerpo no era lo que más necesitaba.

   El viernes recibí un envío de España, pero este parece estar saliendo un poco rana. Por una parte, de las tres cajas que me enviaron desde casa, la que contenía casi toda la ropa de verano no ha llegado. Así que estoy en casa en calzoncillos. A ver, no tengo ningún pantalón corto. Eso sí, están limpios, de verdad, lo prometo.

   Por otra parte, una de las cajas contenía un ordenador de sobremesa (una torre) en el que invertí bastante dinero el pasado mes de septiembre, porque la idea era que durase mucho tiempo. Pero ha llegado con el disipador despegado de la placa base, y probablemente con alguna otra pieza suelta también. Así que la semana que viene lo tendré que llevar, con ayuda de alguien, a la tienda de electrónica para ver si me lo pueden arreglar. A ninguno se nos ocurrió que además de embalarlo con un montón de protecciones, también habría sido bueno meter papel de burbujas dentro de la torre. Lo digo por si, en el futuro, alguien quiere enviar un ordenador por correo, que lo tenga en cuenta.

   Eso sí, tengo aquí ya todas mis peliculitas y mis blurráis.

   Si en los próximos días este blog se actualiza menos a menudo es porque he vuelto a escribir ficción. Estoy trabajando en una nueva novela, aún sin título. Pero la historia corta está escrita, y los capítulos en que pretendo dividirla también. Así que estoy dándole ya a la redacción. A ver si esta vez consigo terminar algo.

   Los Dos Reinos, la que empecé a escribir con dieciséis años, es probable que se quede sin terminar, definitivamente. Cuando empecé con ese relato, era una historia que, sutilmente, trataba de cómo nuestra vida nos controla mucho más que nosotros a ella. Han pasado doce años, han pasado muchas cosas, he cambiado, y he dejado de estar de acuerdo con esa afirmación. De hecho, hoy por hoy, estoy bastante en contra. Así que la esencia de la historia para mí ya se ha perdido, y sin eso, lo único que tengo es otro hijo bastardo de El Señor de los Anillos, además nada disimulado (¿una compañía que incluye un elfo y un enano que se hacen amigos? ¿Una princesa que es rescatada de la guarida de un dragón? ¡Dadme el Nobel de la originalidad!).

   Esta semana no hay curso de alemán, ninguno de los dos días. Debemos aprovechar para prepararnos para el Abschulusstest, el examen que incluirá todo lo que hemos visto desde el mes de enero. Será el miércoles 18. ¿Pero quién va a concentrarse en un examen con el mundial de fútbol empezado? Parece que no sepan cómo funciona el mundo...

   Días que faltan para que la princesa y yo nos sentemos a ver un partido de fútbol abrazaditos mientras le acaricio el cuello y ella respira sobre mi pecho: 19. ¡Ya estamos en los diecis!

« La creación es un acto de pura voluntad. »
- "Jurassic Park", film de Steven Spielberg.

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