domingo, 1 de junio de 2014

Por la mama

   Hoy es el cumpleaños de mi madre. Grandísima mujer. Siempre llena de cariño, no ya hacia sus hijos o hacia su familia. Sino hacia todo el mundo. Siempre capaz de una palabra amable, siempre capaz de hacer el día de las demás personas mejor, mucho mejor. Lo celebramos ayer comiendo juntos (Skype mediante, por supuesto).

   Qué decir de la persona más amable y más llena de bondad que he conocido. Esa mujer de voz maravillosa que siempre se ha desvivido por sus hijos, que siempre ha tenido un momento para ellos, que nunca ha faltado cuando ha hecho falta. Siempre ansiosa de visitar lugares nuevos, de conocer gente nueva, de hablar con todos y de todo. De sonrisa eterna y contagiosa, cuando canta, no canta sólo ella, sino que canta el mundo entero. Puedes sentirlo. Puedes sentir que la Tierra está contenta.

   Amante asímismo de la pintura, del cine y de la historia de España, no hay una rama de la ciencia por la que no sienta al menos una pequeña curiosidad. Eso la hace aprender mucho de todo, y ahora que ha descubierto Internet, ha descubierto una puerta abierta a toda clase de información. Siempre insiste, con razón, de que se podrían hacer más películas históricas en España, que hay material para ello. Hasta que eso llega (por favor, otra Alatriste no), se contenta con leer toda novela histórica que cae en sus manos.

   No recuerdo una sola vez que haya necesitado ayuda y no haya podido contar con ella. No recuerdo una sola vez que no haya estado ahí cuando he necesitado a nadie. No recuerdo una sola vez que haya estado a disgusto con ella.

   Por todo, por muchos años, gracias, mamá.

« Mujer, he ahí a tu hijo; hijo, he ahí a tu madre. »
- Evangelio de San Juan

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