lunes, 19 de mayo de 2014

Die Sonne scheint (endlich)

   ¡Por fin! ¡Salió el sol! Que sí, que sí, no estoy bromeando, el sol ha salido. Ayer domingo hizo un tiempo más o menos soportable, y hoy directamente hemos comido con calor. Auténtico calor. Alguien lo ha comparado con el calor de España, y aunque creo que esa persona nunca había estado en España, tampoco he podido decirle lo contrario. Irónicamente, me cuentan que en España ha empezado a hacer viento y lluvia, así que supongo que se han llevado la borrasca. No será por mucho tiempo.

Puedo prometer y prometo que no es una foto de archivo.
   Este fin de semana no he salido, entre otras cosas porque el tiempo era infernal y tampoco apetecía demasiado. Me quedé en casa viendo el fútbol. Sí, otra cosa increíble, he visto, voluntariamente, un partido de fútbol en el que no estaba el Real Madrid. Pero habrá que reconocer que era un partido de alcance.

   Recuerdo que empecé el partido pensando que el Barcelona no suele caerme muy bien, por la tendencia que tienen a fingir faltas o a exagerarlas. No es que los demás equipos no lo hagan, pero en ellos me resulta más obvio, hasta el punto de ser grosero algunas veces. Y mira por donde, que beneficiando el empate al Atlético de Madrid, durante los primeros veinte minutos tuve la sensación de que era el equipo colchonero el que jugaba a eso. Creo que vi por lo menos a tres jugadores rojiblancos fingiendo dolor de cara (algo muy habitual de los futbolistas) en diez minutos. Luego llegó el gol del Barça, y fueron ellos los que empezaron a hacer lo mismo.

   Sin embargo, nada que objetar de la segunda parte: hubo mucha tensión, y mucho fútbol. Me hubiera gustado que el Atlético no jugase tanto a mantener el empate, pero bueno, así también se gana una liga. Bien lo sabe Cholo.

   Pero que se bajen de la Vespa, que el próximo sábado el Real Madrid ganará la Champions, jeje.

   Luego a la noche estuve platicando con mi Princesa. Hay, Aidita de mis amores. Hasta las cinco que estuvimos de palique. Otra noche estupenda. Ella me dice, con algo de razón, que debo dormir más. Pero me encanta estar con ella el mayor tiempo posible, saborear cada minuto, atesorarlo, adorarlo. Y al día siguiente era domingo, lo recuperé.

   Qué ganas de que volvamos a estar juntos, de abrazarnos, de no dejarnos marchar pase lo que pase.

   El sábado por la mañana hablé con mi casero. Me comentó que el próximo domingo su banda tocará en Sankt Johann, y como me mostré interesado, dijo que podría ir con la mujer. Me pregunto las ganas que tendrá ella de ir, realmente, jeje. Yo sí tengo curiosidad. Más aún porque, si le entendí bien, van a tocar en una central de bomberos (!). Como sea parecido a la metalúrgica de los Simpsons va a estar divertido.

   También aproveché para preguntarle por la basura. Me dijo que la orgánica (volvió a reiterar que sólo la orgánica) la podía tirar en el cubo que tiene detrás de la casa, donde él mismo la quema. He ido ahora a dejar ahí lo que tenía pendiente, y he observado, por primera vez, que este cubo tiene una abertura por la parte de abajo. Probablemente de ventilación, y no tiene nada de malo. Pero me pregunto si esa abertura no hará que se sigan acercando animales. Es muy pequeña y no parece que ninguno pueda meter el hocico suficiente, pero nunca se sabe.

   Una última nota: aquí hay que tener mucho cuidado. Acabo de regresar del curso de alemán, y hoy hemos jugado al ahorcado. Sólo que no se dibuja un ahorcado. Se dibuja un ratoncito. He preguntado a la profesora si no se dibuja un señor colgando. Me ha dicho que no, que aquí, tras la guerra, la gente es muy sensible con esas cosas. ¡Pero me lo ha dicho con una mirada que parecía que le había propuesto dibujar una esvástica! En fin. Qué mirados son.

   Días para abrazar a mi princesa, acariciar su cabello, y decirle que mi vida sin ella sí que es una basura: 40. Y sí, sé que podría decir cosas más bonitas. La próxima será mejor.

« ¡Bazuraaaaaa! Te voy a poner dos velas negras... »
- La Bruja Lola. Gran bruja, mejor persona.

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