sábado, 24 de mayo de 2014

Por los padres

   Ayer recibí en un correo electrónico un video con una canción dedicada a las abuelas. La canción se me hizo bastante mala en general, pero además me hizo pensar en una cosa: en todos esos anuncios hechos para valorar el trabajo de las abuelas, y de las madres. Todos esos spots en los que sale gente valorando todo el cariño, el amor, el calor del hogar, los alimentos bien hechos, el pecho, todas las cosas buenas que nos procuran.

   Y oye, muy lejos de mis intenciones negar nada de esto. Todo es absolutamente cierto, y debemos estar eternamente agradecidos a nuestras madres. ¿Pero y nuestros padres? ¿Acaso la publicidad (televisiva, sobre todo) se acuerda con la misma intensidad del trabajo de nuestros padres? ¿Acaso su labor consiste en poner una semilla y luego no molestar el caluroso trabajo de la madre?

   Me dije que tenía la obligación moral de reivindicar a mi padre.

   Mi padre es un hombre al que admiro profundamente, de entrada, por todo lo que ha conseguido en la vida. De origen muy humilde, ha dedicado toda su vida a aprender cosas de tecnología, y a ir escalando puestos a base de sacrificio y mucho trabajo duro. Porque esa es su forma de ser, la que dice que en la vida hay que trabajar mucho para conseguir las cosas. Una lección que siempre ha insistido en meternos en la cabeza, aunque tal vez ha sido de adultos cuando mejor la hemos comprendido.

   Después de pasar una vida trabajando para uno de los bancos españoles más visibles en el mundo, hoy es socio y parte de la directiva de una empresa (supongo que podríamos llamarla "consultora de tecnología"), que empezó siendo pequeña. De hecho, yo trabajé para ellos, y por aquel entonces eran menos de treinta empleados. Pero que, con su constante dedicación y esfuerzo (así como el de sus demás compañeros y socios), me consta que está creciendo mucho más de lo que ellos mismos esperaban.

   Serio en las cosas importantes de verdad, pero rápido a la risa en los ambientes relajados, es admirable su capacidad para reconocer las cosas que son de sentido común sin dejarse llevar por prejuicios o enfados pasajeros. Le gusta la buena comida, la buena cerveza (bueno, le gusta la Mahou, pero todo el mundo tiene un traspiés), la buena música y los malos chistes. En cuanto a las películas, él es de los que opinan que va al cine a pasarlo bien y no a sufrir, por lo que admira las películas espectáculo, por absurdo que sea su guión. Entiendo su punto de vista: para mí "2012" consigue mucho mejor lo que se propone que "Alatriste", por ejemplo.

   Es curioso cómo alguien que se ha pasado toda la vida investigando y distribuyendo métodos de telecomunicación avanzados para entidades de alcance mundial, al mismo tiempo es un amante de la naturaleza. Si acaso, esta aparente contradicción no es tal, porque en él el resultado es una riqueza de espíritu todavía mayor, capaz de aunar lo más tradicional con lo más moderno.

   Conocedor palmo a palmo de cada piedra, cada árbol y cada ave de la sierra de Madrid, solía ir a caminar con él, aunque pegase el sol hasta que quedáramos los dos como langostinos. La última década la hemos dedicado a conocer las altas montañas verdes del oriente asturiano (a día de hoy, no conozco lugar mejor en el mundo, si acaso seguido de cerca por cierta región del oeste de Irlanda). Y es en estos trayectos con él, subiendo piedras y quemándonos al sol, donde he aprendido que marcarse una meta, y ser capaz de llegar a él, da una satisfacción y una felicidad que ninguna droga ni ninguna bebida alcohólica puede igualar. Y, desde luego, dura mucho más.

   Por todo lo que nos ha dado a mi familia y a mí, por mantenerme recto y con sentido común, por todo lo que me has enseñado y por todo lo que eres: gracias, papá.

   Días que me faltan para abrazar a mi princesa y empezar a convencer a sus padres de que voy en serio y siempre la voy a querer y a cuidar: 35. ¿35 ya, solamente? Hostiá...

« Padre, yo no te abandonaré. »
- "El Retorno del Jedi"
 PD: Otro anuncio sobre el trabajo de las madres que me choca (en el sentido latino de la palabra) es este. En serio, aparte de que deja a la figura del padre a la altura de nada, ¿quién tiene ganas de ser madre después de esto?

1 comentario:

  1. Muchas gracias hijo. Esto si que es un subidón y no lo de la décima del R.Madrid...
    No creo haber hecho nada especial, que no haga cualquier padre por su familia. Bien al contrario, uno siempre tiene la sensación de no haber hecho lo suficiente pero se sigue intentando cada día. Un beso fuerte

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