martes, 22 de abril de 2014

El síndrome postvacacional

   Mañana, supuestamente, regreso al curso de alemán. Ese curso de alemán estupendo que lleva paralizado dos semanas. Tampoco es que tengamos muy claro el motivo. ¿No iban todos los nueve alumnos que se habían apuntado? Bueno, mientras lo paguen, el curso podrá mantenerse, ¿no? ¿Por qué no continuarlo? Lo único que se me ocurre suponer es que, efectivamente, no lo han pagado.

   La verdad es que durante estas dos semanas debería haber trabajado un poco más el idioma. Me las he tomado de relax, ocupándome de otras cosas. Pero a partir de mañana me vuelvo a poner las pilas. Estábamos tratando el tema de la meteorología (das Wetter). Ese tema tan gracioso que decía que la máxima en España en verano es de 27ºC (jee jee jee).

   El presentimiento que yo tengo, sin embargo, es de que mañana volveremos a presentarnos sólo cinco personas, y el lunes ya no tendremos más clase. No hemos sabido nada de Luccica, por ejemplo, quien supuestamente se apuntó, pero lo último que nos dijo a nosotros es que regresaba a su país. Me pregunto si habrá algún ucraniano entre los inscritos, y qué haría. ¿Regresaría para asegurarse de que sus seres queridos se encuentran a salvo? ¿O huiría lo máximo posible de la situación de su país?

   Ya veremos a ver qué pasa. De momento sólo puedo decir que tengo ganas de regresar y de volver a estudiar. Se me está oxidando.

   Días para mirar a los ojos a la mujer más dulce de este mundo y parte del extranjero y susurrarle ich liebe dich: 67.

« El idioma es un coñazo. Pero sabes, me imagino que es como aprender a recargar un arma: repetición, repetición. »
- "Avatar"

No hay comentarios:

Publicar un comentario