jueves, 3 de abril de 2014

Las Normas de la Casa del Schnapps

   En este país te encuentras algunas reglas curiosas. Por lo menos, para los españoles, que estamos acostumbrados a que ninguna norma sea para hacernos la vida más cómoda (si acaso lo contrario), aquí se encuentran algunas cosas interesantes.

   Ayer volví a ir al curso de alemán. Parece que para esta segunda ronda de clases se han apuntado nueve personas (incluyendo los tres que se sentaban junto a mí). Pero sólo cinco estamos apareciendo, y esto es un problema. Según nuestra profesora deberíamos ser por lo menos ocho. Ocho. Con menos de ocho la clase no se puede sostener. Como en los equipos de baloncesto del instituto: hacen falta ocho jugadores para poder federarse.

   En principio teníamos clase el próximo lunes. Y yo ya tenía la duda de si llegaríamos a tenerla el miércoles. Esta mañana he recibido un correo electrónico para notificarme que ya ni siquiera el lunes. Se suspenden las clases, y se reanudarán el miércoles 23 de abril, después de Semana Santa. ¡Buenas vacaciones se va a dar mi profesora! ¡Que aproveche y visite España!

   En el trabajo me han comentado otra norma curiosa que debería conocerse en España: aquí, por lo visto, es ilegal (tal cual, ilegal) trabajar más de 10 horas seguidas. Si he entendido bien, en casos muy, muy puntuales, se puede extender hasta 12, pero como norma, 10. Más de 10 horas es ilegal. A mí me lo decían y recordaba la famosa conversación en el coche de Pulp Fiction:
- Verás, en Austria por ejemplo tu jefe no te puede obligar a trabajar más de 10 horas.
- ¡No jodas!
- No, allí los jefes no tienen ese derecho.
- ¡Joder, macho, yo me voy allí sin dudarlo, ya te digo que me voy!
   Ah, y un Big Mac es un Big Mac, pero lo llaman Das Big Mac y gritando.

   Hoy hemos ido a comer al restaurante del chino. Me ha salido un pelín carete, pero ha merecido la pena. El pato estaba delicioso. El plato era Pato con 8 ingredientes, y no estoy seguro de cuáles eran los ocho ingredientes. Si contaban como dos los minúsculos trozos, uno de pimiento rojo y otro de pimiento verde, es un poco engaño. Pero por lo demás tenía más o menos lo mismo que el cerdo agridulce, y estaba muy rico.

   Por la tarde he ido a buscar un televisor y a ver si me dejaban contratar ya el teléfono, aunque no cumplo los tres meses hasta la semana que viene. Sobre el teléfono, me han dicho que sí, que sin problema vuelva la semana que viene.

   Los televisores que he visto hoy en la tienda me han parecido algo caros, la verdad. Pero he localizado en la página web uno muy interesante que, incluso sin descuento, se me queda prácticamente al mismo precio que el que me ofrecían en la tienda con él, y es bastante mejor. Así que mañana iré a la tienda, preguntaré si me pueden vender ese, y si no pueden, lo compraré online. Para el caso...

   Así podré volver a ver Pulp Fiction en una pantalla grande. Ya te digo, tío, joder, qué ganas, tío.

   Días para volver a perderme en los profundos ojos más perfectos jamás conocidos por la humanidad: 86 (¿os acordáis de la serie del Superagente 86? ¿A que era cojonuda?).

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1 comentario:

  1. J.... negro cuando te compres la j.... tele me lo tienes que decir, eh negro? Así te pago los j.... euros de una j.... vez que quieras por tu j.... tele que me quedo en mi j... casa....negro

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